Hay una serie de desafíos de control de entrada que enfrentan los gimnasios:
Una solución de control de entrada eficaz debe permitir que el personal se concentre en el servicio al cliente en lugar de tener que vigilar constantemente quién entra y sale del sitio.
Hay varios tipos de soluciones de control de entrada disponibles para los gimnasios y varían en el nivel de seguridad de acceso proporcionado.
A continuación, se muestra un resumen de algunos de los enfoques más comunes, comenzando con seguridad baja y subiendo a alta.
Un torniquete es una solución simple, compacta y rentable para la entrada de un gimnasio.
Sin embargo, sin un lector de tarjetas integrado, requiere la presencia del personal. Los miembros muestran su tarjeta en la recepción y se verifica la identificación antes de permitir que el cliente pase.
Un torniquete trípode como este cuenta el número de pasajes y se puede instalar junto con una puerta de panel de vidrio si se requiere un acceso más amplio.
Los modelos con barras plegables también proporcionan una ruta de escape sin obstáculos en caso de emergencia.
Los pasillos motorizados disponen de control de acceso integrado para que los miembros del gimnasio validen su tarjeta de identificación o código en la puerta de entrada. Esto significa que la presencia del personal no es necesaria en la entrada.
Las tarjetas falsas o vencidas serán rechazadas y se pueden establecer horarios que eviten que la misma tarjeta sea escaneada dos veces dentro de un período de tiempo determinado. Esto reduce considerablemente el uso de las instalaciones del gimnasio por parte de visitantes que no pagan.
Incluso en los momentos de mayor actividad, los pasillos motorizados son una forma fiable de gestionar grandes flujos de personas.
Los torniquetes de altura completa brindan un mayor nivel de seguridad que las puertas rápidas para gimnasios y centros de ocio donde la entrada no está vigilada.
Todavía permiten un acceso rápido y eficiente al edificio, pero casi sin riesgo de que alguien pueda ingresar sin una tarjeta de membresía válida.
Una esclusa se compone de dos puertas conectadas electrónicamente, por lo que una no puede abrirse hasta que la otra se haya cerrado.
Es uno de los métodos de control de acceso más seguros y perfecto para centros de formación no tripulados o instalaciones con apertura 24 horas.
Trabajando como una esclusa de aire, una persona usa su identificación para ingresar a la primera puerta que debe cerrarse detrás de ellos antes de que se abra la segunda puerta, permitiendo el paso al gimnasio.
Solo puede entrar una persona a la vez gracias a un sistema de sensores que detecta cuántas personas han entrado en la cabina por la primera puerta.
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